EQUIPO DE COMUNICACIÓN INDÍGENA ORIGINARIO: El ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que el Ministerio Público investigará las presuntas agresiones otorgadas por corregidores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) a Gumercindo Pradel, cacique del Consejo Indígena del Sur (Conisur). Sin entrar en detalles, comentó que los fiscales podrían actuar en el territorio acompañados por policías para detener a las y los acusados, seleccionados por su vehemencia en la defensa del TIPNIS ante la eventual construcción de la carretera Villa Tunari
-San Ignacio de Moxos.
El “encuentro de corregidores” falso y mal organizado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) nunca comenzó. Su finalidad era crear un dirigencia paralela a la de Fernando Vargas, presidente de la Subcentral TIPNIS. Ahora que el Gobierno nacional tiene una excusa para detener a Vargas, no perdería la oportunidad de allanarse el camino e imponer una dirigencia en el territorio que se deje manosear por el oficialismo.
En la tarde del lunes, Fernando Vargas, Emilio Noza (presidente de la Subcentral Sécure) y cien indígenas del TIPNIS llegaron a la comunidad de Gundonovia, donde desde hace una semana están acantonados militares, Carlos Fabricano (falso presidente de la Subcentral Sécure) y 40 hermanos chimanes del río Sécure Alto, que habrían sido llevados allí mediante engaños.
“No hay intención de confrontar”, indicaron al bajarse de los botes Vargas y Noza, dirigentes legítimos de las dos únicas subcentrales indígenas del territorio. Venían de San Pablo del Isiboro, donde la semana pasada evitaron la realización de un “encuentro de corregidores” convocado por ¿quién sabe? Pero no por las dirigencias orgánicas de las subcentrales TIPNIS y Sécure.
Además de frustrar esa reunión hecha para contentar al presidente Evo Morales –principal patrocinador de la carretera y de la consiguiente destrucción de este territorio- las subcentrales sometieron a la Justicia comunitaria a Gumercindo Pradel, líder de una organización indígena-colonizadora ajena al Territorio Comunitario de Origen (TCO) TIPNIS. Por inmiscuirse en asuntos orgánicos que no le competen, Pradel se hizo acreedor de algunos chicotazos (dos, según testigos). El dirigente sumiso al masismo se fue de San Pablo caminando sanamente, como lo muestran fotos y filmaciones que se encuentran en YouTube. Una vez llegado a Chimoré, se hizo hospitalizar por unas supuestas heridas.
Si tales lastimaduras existieran, el Gobierno nacional ya se hubiera encargado de difundirlas día y noche a través de los múltiples medios de comunicación que posee. Pero las únicas imágenes que mostró el diario gubernamental El Cambio pertenecen al fotoperiodista paceño Samy Schwartz, “el gringo” mencionado por la gente del MAS como presunto agresor. Si Schwartz realmente se habría dedicado a flagelar indígenas en ese momento, no podría haber captado material periodístico de tanta calidad, ahora utilizado por ambos bandos en conflicto.
“Hemos llegado a las tres de la tarde a Gundonovia. Ahora estamos en Cabildo Indigenal. Esperamos durante una hora la llegada de Pedro Vare (presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Beni gubernamental) y de Carlos Fabricano. Pero como no llegaron, mandamos a un grupo de corregidores a llamarlos”, comentó telefónicamente Emilio Noza, presidente de la Subcentral Sécure.
Cuando se encontraron en Gundonovia, los indígenas afines al Gobierno nacional y los indígenas afines a la defensa del TIPNIS acordaron tener una reunión para resolver el problema mediante el diálogo. Pero al rato, pareciera que desde el Palacio Quemado llegó una instrucción para Vare y Fabricano: ni acercarse a Vargas, Noza y su gente.
“Vare y Fabricano nos negaron el diálogo. Dicen que los atropellamos al entrar a la comunidad sin su permiso. Sospechamos que están bajo mando del Gobierno. No se animan a dialogar con nosotros porque no tienen argumentos para apoyar la construcción de la carretera. Nosotros simplemente estamos en defensa del TIPNIS”, evidenció Noza.
“Ahora parece que la gente de Fabricano se va a trasladar a otro lugar para hacer su encuentro”, dijo Noza desde Gundonovia.
Reflexionando sobre el súbito cambio de actitud de Vare y Fabricano, evaluaron que podría deberse a que la comisión de fiscales y policías ya estaría en camino hacia la comunidad de Gundonovia para realizar las detenciones que ameritarían sonrisas y espaldarazos dentro del Palacio Quemado. Ayer por la tarde, el grupo de cien personas de Vargas y Noza estudiaban posibles modos de actuar ante esa contingencia.
“Posiblemente quieran venir a hacer detenciones por ejercer nuestro derecho a la Justicia comunitaria. Esa es la política del Gobierno: no respetar los derechos de los pueblos indígenas. Pero nosotros tenemos el respaldo de los derechos indígenas incluidos en la Constitución Política del Estado, entre ellos el Derecho a la Sanción comunitaria. Que venga la Fiscalía, eso no nos preocupa”, dijo Noza.
“Basta de manoseo político del Gobierno a las comunidades indígenas del TIPNIS. En este momento, las bases están mandando a los corregidores. Y nuestro mandato es en defensa del territorio y de la biodiversidad”, agregó Noza, del pueblo Mojeño.
En el Cabildo indigenal, los cien de Vargas y Noza podrían determinar la aplicación de Justicia comunitaria, esta vez a Fabricano y Vare. Por venderse al Gobierno y por intentar vender el territorio de los pueblos Chimán, Mojeño y Yuracaré. “Los hermanos definirán la sanción que crean necesaria”, dijo Noza.
El “encuentro de corregidores” falso y mal organizado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) nunca comenzó. Su finalidad era crear un dirigencia paralela a la de Fernando Vargas, presidente de la Subcentral TIPNIS. Ahora que el Gobierno nacional tiene una excusa para detener a Vargas, no perdería la oportunidad de allanarse el camino e imponer una dirigencia en el territorio que se deje manosear por el oficialismo.
En la tarde del lunes, Fernando Vargas, Emilio Noza (presidente de la Subcentral Sécure) y cien indígenas del TIPNIS llegaron a la comunidad de Gundonovia, donde desde hace una semana están acantonados militares, Carlos Fabricano (falso presidente de la Subcentral Sécure) y 40 hermanos chimanes del río Sécure Alto, que habrían sido llevados allí mediante engaños.
“No hay intención de confrontar”, indicaron al bajarse de los botes Vargas y Noza, dirigentes legítimos de las dos únicas subcentrales indígenas del territorio. Venían de San Pablo del Isiboro, donde la semana pasada evitaron la realización de un “encuentro de corregidores” convocado por ¿quién sabe? Pero no por las dirigencias orgánicas de las subcentrales TIPNIS y Sécure.
Además de frustrar esa reunión hecha para contentar al presidente Evo Morales –principal patrocinador de la carretera y de la consiguiente destrucción de este territorio- las subcentrales sometieron a la Justicia comunitaria a Gumercindo Pradel, líder de una organización indígena-colonizadora ajena al Territorio Comunitario de Origen (TCO) TIPNIS. Por inmiscuirse en asuntos orgánicos que no le competen, Pradel se hizo acreedor de algunos chicotazos (dos, según testigos). El dirigente sumiso al masismo se fue de San Pablo caminando sanamente, como lo muestran fotos y filmaciones que se encuentran en YouTube. Una vez llegado a Chimoré, se hizo hospitalizar por unas supuestas heridas.
Si tales lastimaduras existieran, el Gobierno nacional ya se hubiera encargado de difundirlas día y noche a través de los múltiples medios de comunicación que posee. Pero las únicas imágenes que mostró el diario gubernamental El Cambio pertenecen al fotoperiodista paceño Samy Schwartz, “el gringo” mencionado por la gente del MAS como presunto agresor. Si Schwartz realmente se habría dedicado a flagelar indígenas en ese momento, no podría haber captado material periodístico de tanta calidad, ahora utilizado por ambos bandos en conflicto.
“Hemos llegado a las tres de la tarde a Gundonovia. Ahora estamos en Cabildo Indigenal. Esperamos durante una hora la llegada de Pedro Vare (presidente de la Central de Pueblos Indígenas de Beni gubernamental) y de Carlos Fabricano. Pero como no llegaron, mandamos a un grupo de corregidores a llamarlos”, comentó telefónicamente Emilio Noza, presidente de la Subcentral Sécure.
Cuando se encontraron en Gundonovia, los indígenas afines al Gobierno nacional y los indígenas afines a la defensa del TIPNIS acordaron tener una reunión para resolver el problema mediante el diálogo. Pero al rato, pareciera que desde el Palacio Quemado llegó una instrucción para Vare y Fabricano: ni acercarse a Vargas, Noza y su gente.
“Vare y Fabricano nos negaron el diálogo. Dicen que los atropellamos al entrar a la comunidad sin su permiso. Sospechamos que están bajo mando del Gobierno. No se animan a dialogar con nosotros porque no tienen argumentos para apoyar la construcción de la carretera. Nosotros simplemente estamos en defensa del TIPNIS”, evidenció Noza.
“Ahora parece que la gente de Fabricano se va a trasladar a otro lugar para hacer su encuentro”, dijo Noza desde Gundonovia.
Reflexionando sobre el súbito cambio de actitud de Vare y Fabricano, evaluaron que podría deberse a que la comisión de fiscales y policías ya estaría en camino hacia la comunidad de Gundonovia para realizar las detenciones que ameritarían sonrisas y espaldarazos dentro del Palacio Quemado. Ayer por la tarde, el grupo de cien personas de Vargas y Noza estudiaban posibles modos de actuar ante esa contingencia.
“Posiblemente quieran venir a hacer detenciones por ejercer nuestro derecho a la Justicia comunitaria. Esa es la política del Gobierno: no respetar los derechos de los pueblos indígenas. Pero nosotros tenemos el respaldo de los derechos indígenas incluidos en la Constitución Política del Estado, entre ellos el Derecho a la Sanción comunitaria. Que venga la Fiscalía, eso no nos preocupa”, dijo Noza.
“Basta de manoseo político del Gobierno a las comunidades indígenas del TIPNIS. En este momento, las bases están mandando a los corregidores. Y nuestro mandato es en defensa del territorio y de la biodiversidad”, agregó Noza, del pueblo Mojeño.
En el Cabildo indigenal, los cien de Vargas y Noza podrían determinar la aplicación de Justicia comunitaria, esta vez a Fabricano y Vare. Por venderse al Gobierno y por intentar vender el territorio de los pueblos Chimán, Mojeño y Yuracaré. “Los hermanos definirán la sanción que crean necesaria”, dijo Noza.
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