Equipo de Comunicación Indígena Originario: Comunarias y comunarios de toda Bolivia participan del Encuentro Nacional de Comunidades Frente al Cambio Climático, en la ciudad de Cochabamba. Allí, quienes padecen las consecuencias del calentamiento global presentan decenas de casos y de experiencias de cómo enfrentarlo en el Chaco, la Amazonía, el Altiplano y el Oriente. La tarde de este miércoles la reunión concluirá con la definición de estrategias conjuntas para mejorar las condiciones de vida de las familias del campo y del monte. Las y los más de 60 participantes coincidieron en hace falta una mayor intervención del Estado para
adaptarse y mitigar sus efectos negativos en los territorios.
“Hay que prepararse, porque cada vez llega más el cambio climático. Cada vez más afecta la helada, la granizada, las lluvias que llegan a destiempo, los vientos que vienen sin que los esperemos. Ya no sabemos qué va a pasar a posterior con el clima. En este sentido, el encuentro de comunidades es muy importante porque nos permite hacernos un panorama amplio de lo que sucede en otros territorios lejos del nuestro”, dijo Ramiro Condori, vocero de la Asociación Nacional de Regantes, Sistemas Comunitarios de Agua Potable y Saneamiento de Bolivia (ANARESCAPYS).
“Presenté mi caso, sobre lo que se cultiva en el Altiplano de La Paz a pesar de que afecta mucho el cambio climático. Tratamos de sobrevivir como pequeños productores de hortalizas a 3600 metros sobre el nivel de mar. Tratamos de sobrevivir al menos cultivando en las carpas solares, pero ahora también nos afecta que hay vientos y huracanes que nos quitan las carpas. Es para nosotros una pérdida de recursos que no se puede arreglar. Después necesitamos un buen recurso para poder continuar con nuestra producción”, indicó Condori.
“La nieve que tenemos en la cordillera oriental es muy baja. No es como antes, que había una buena capa. Ahora está desapareciendo. Nuestra represa está cada vez más baja, los ríos están secándose, también los pozos. Cada vez hay menos agua para nosotros, para los animales, para los cultivos. Es una gran pena la que estamos pasando en nuestro territorio boliviano, a pesar de que el Gobierno quiere tal vez un poco implementar un plan para que haya agua. Creo que tiene que hacerlo o nosotros no vamos a poder seguir”, aseguró.
Hace dos años, ANARESCAPYS entregó su propuesta de ley de Agua para la Vida a la Asamblea Legislativa Plurinacional, pero hasta ahora es ignorada. En cambio, el Gobierno nacional trabaja su propia propuesta a puertas cerradas. “En 2011 habíamos entregado nuestro proyecto al presidente de la Cámara de Senadores y al Ministerio de Medio Ambiente y Agua. Pero esa propuesta que habíamos entregado se estancó ahí, no se avanzó más. Todavía mandamos notas para que de una vez sea aprobada esta ley, que es una prioridad nacional. Nuestras bases dicen: ‘¿Hasta cuándo vamos a esperar la aprobación de esta propuesta que habíamos realizado hace tiempo?’”, comentó Condori.
Un refresco de mercurio
El municipio paceño de Yanacachi, en Sud Yungas, es afectado por las operaciones de la empresa minera INCO, que arroja mercurio al río que pasa por la población. A unos kilómetros, también tienen la represa de la Empresa Hidroélectrica Boliviana. “Viendo los casos que aquí se han presentado, observo que en nuestro municipio no tenemos apoyo del Gobierno para realizar desarrollo productivo. En Yanacachi debería impulsarse el turismo, porque es un centro arqueológico y además es atravesado por el Camino del Inca. Puede ser un buen circuito turístico que genere más economía para la población. Quizás podrían regresar nuestros habitantes que debieron migrar porque no tenemos empresas. Los jóvenes van a estudiar a la ciudad y no vuelven porque no ven prosperidad en su pueblo”, dijo Marcelo Quispe Choque, nacido allí.
“De niño íbamos con mi padre y mi tío a pescar al río. En esa época había mauri, truchas y otros peces. Pero en la actualidad ya no existe pescado en el río, debido a la contaminación. Ahora parece una vertiente pequeña. Y en la parte de abajo del río ya hay operación aurífera, se dedican a la extracción de oro. Por eso la parte de abajo del municipio sufre porque el agua no es bebible, pero lamentablemente la gente no está muy enterada y sigue bebiendo esa agua contaminada con mercurio”, comentó Quispe.
El comunario de Yanacachi dijo que recurrieron a instancias del Estado para tener una solución, pero de nada ha servido. “Se ve que la mano de la corrupción está en todo lugar”, comentó.
“La empresa hidroeléctrica tiene una parte social, que es la Fundación Taquesi. Financia proyectos de desarrollo, pero no son sostenibles a largo tiempo. Por ejemplo, apoya un proyecto de cultivo de tomate, pero no hace seguimiento y eso lleva al fracaso. No cuenta con muchos técnicos la fundación, sus proyectos no son sostenibles y se decepciona la gente, que ya no quiere proyectos y prefiere seguir con el monocultivo de coca, que da ingreso para sobrevivir. Creemos que se debe incentivar la producción de cítricos, la apicultura, así dejaría de tener importancia la coca y tendrían sostenibilidad las familias”, consideró.
Sin consulta
“Vengo de una comunidad Tacana llamada Nínive, en el TIM (Territorio Indígena Multiétnico) 2, para compartir experiencias y conocer las vivencias de hermanos de todo el país. Para nosotros, que venimos de tan lejos, la información y el intercambio que hemos tenido hoy día ha sido muy importante. Vemos que las mismas preocupaciones tenemos en la Amazonía como en las Tierras Altas”, dijo Ruperto Amutari Chuqui, capitán grande del pueblo Tacana de Pando.
“En nuestra región, somos seis TCO (Territorios Comunitarios de Origen) que buscamos la manera de articularnos como pueblos indígenas de la Amazonía y enfrentar a este cambio climático, que es perjudicial para nuestros territorios”, dijo Amutari.
En esta parte de la Amazonía, el Gobierno desarrolla o se prepara para iniciar grandes proyectos de explotación de hidrocarburos, una carretera que una a Riberalta con Rurrenabaque y la hidroeléctrica de Cachuela Esperanza. “Queremos llegar o invitar a los funcionarios del Estado vinculados con estos megaproyectos para que nos informen. Realmente no se está respetando a la Constitución, donde dice que los pueblos indígenas debemos ser consultados antes de que el Gobierno firme un convenio o un acuerdo. En la Amazonía lo más lamentable es que nosotros no hemos sido consultados para hacer esta carretera, estos megaproyectos como Cachuela Esperanza, o de hidrocarburos”, sostuvo el líder tacana.
“Para nosotros es penoso que se hayan hecho convenios y contratos con empresas de otros países para ejecutar estos megaproyectos. Y después de firmar recién vienen con la consulta, cuando la consulta debería venir primero, antes de realizar todo convenio o contrato entre el Estado y las empresas. No estamos en contra del desarrollo en el país: estamos en contra de que no nos están consultado como indígenas que somos”, evaluó don Ruperto.
En este encuentro, organizado por la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático, se presentaron otros 20 casos de tecnologías comunales aplicadas a la mitigación y adaptación ante los desajustes en el ambiente. Un caso del Chaco, donde hay poca agua y poca presión, consiste en un aspersor artesanal y muy efectivo, que riega amplias superficies usando una cantidad mínima de este recurso. Otra presentación, de Tarija, explica el uso de hornos en los campos donde crece la papa o el durazno, por ejemplo, para evitar que los cultivos sean destruidos por las heladas.
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