LOS TIEMPOS: Con un acto ritual frente a su sede y con amagos de enfrentarse al cerco policial que desde el martes pasado resguarda el inmueble, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullusuyu (Conamaq) inauguró ayer su congreso nacional, que hoy elegiría un nuevo líder.
La sede del Conamaq fue ocupada por la Policía después de que otra facción, que reclama legitimidad, pero que es acusada de ser afín al Gobierno de Evo Morales, intentó ocupar el inmueble y posesionar allí a su propio líder.
En tanto, el Conamaq, presidido por Félix Becerra, comenzó ayer su VIII Jach’a Tantachawi
(Gran Reunión), donde se renovará al Consejo de Gobierno.
Ayer, cerca de 20 efectivos antimotines de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) e igual número de otras unidades impidieron el ingreso de medio millar de “originarios”, que llegaron de otros departamentos de Bolivia.
“Es nuestra casa, cómo no podemos entrar, el dueño no es la Policía, queremos pasar”, gritaron los originarios, ante la atenta mirada de los uniformados.
Becerra, la autoridad saliente del Conamaq, pidió calma para que los originarios, que eran más que los policías, no los rebasen porque, según explicó, se acordó con el Ministerio de Gobierno realizar en puertas de la organización sólo una acto ritual, para luego dirigirse al coliseo deportivo de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) e inaugurar la Gran Reunión.
Según la autoridad originaria, una vez que se consolide el nuevo Consejo de Gobierno la posesión se hará en las instalaciones del Consejo de Ayllus y Markas.
El coordinador general de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), Gerardo Jumi, arribó al país para participar del congreso. Lamentó que los originarios no puedan pasar a su sede. Calificó el hecho de delicado y de una vulneración de los derechos de los pueblos.
Dijo que debe haber capacidad de diálogo de parte del Gobierno y de los indígenas, tras conocer de la intervención al Conamaq por dirigentes suspendidos.
El miércoles autoridades originarias del Conamaq y los disidentes entablaron un diálogo con la mediación del Defensor del Pueblo y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz, donde los segundos aceptaron que la Policía se mantenga en el lugar con el fin de evitar más violencia.
Se acusan de responder al Gobierno y a Verdes
Los dos grupos actualmente en disputa se atribuyen la “verdadera representación” del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) y descalifican mutuamente el congreso organizado por su rival.
Hilarión Mamani, del grupo presuntamente afín al Gobierno, descalificó el congreso inaugurado ayer y dijo, en declaraciones recogidas por la estatal ABI, que el Jacha Tantachawi (Gran Reunión) ya se realizó el lunes y martes pasados, encuentro en el que fue elegido él como el nuevo Jiliri Apu Mallku.
Su rival, Félix Becerra, descalificó, a su vez, el encuentro mencionado al señalar que sólo congregó a disidentes, es decir dos de los 16 suyos que integran el Conamaq.
Además, ambos frentes se acusan mutuamente de tener filiación política. Según Becerra, el otro grupo responde al Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), que busca dividir al Conamaq. En tanto, el sector de Mamani, acusa a sus rivales de haber pactado con el partido Verdes y apoyar la candidatura del expresidente Jorge Quiroga.
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