Bolivia vive
momentos cruciales y escribe páginas negras de la historia de América Latina.
En momentos de desazón y confusión queremos recordar que somos un pueblo
guerrero, más no violento; combativo, pero no asesino. En octubre 2003 unimos
nuestras fuerzas, polleras, aguayos y wipalas para expulsar un gobierno
saqueador, sellamos ese pacto con la sangre de nuestras hermanas y hermanos.
Lastimosamente,
este proceso lo hemos venido perdiendo desde el año 2008, cuando el gobierno
del MAS hizo el primer gran pacto con la derecha oligárquica y racista, una
derecha que creíamos vencida, en esos momentos volvían al palacio y hoy lo
toman con biblias y discursos de odio.
En su momento,
colectivos ambientalistas, organizaciones campesinas, indígenas y trabajadores
alertamos al presidente Evo y a su gobierno, sobre los peligros de darle
continuidad a un modelo de estado nación en unidad con los ricos, empresarios y
transnacionales, y el pueblo sintió que el presidente Evo llegó a cegarse con
el poder, tercializando a la Madre Tierra, sin respetar los derechos de los
pueblos indígenas, ya no había democracia y lo más duro fue que dividió a las
organizaciones sociales y que en estos días de crisis muchas de ellas lo han
dejado solo. Sabemos que desde fuera cuesta entender todo el malestar que se ha
generado en el país y resulta hasta incompresible cómo se puede dar la espalda
a un gobierno indígena y de izquierda, pero quienes estamos en el país sabemos
que hubo muchos motivos para que los malestares fueran creciendo entre ellos el
fraude.
Sin embargo,
frente a la oleada fascista y racista de odio y confusión, condenamos los
discursos y acciones violentas contra sedes, dirigentes ex autoridades, y acciones
misóginas contra mujeres. El ingreso de grupos fundamentalistas y conservadores
al gobierno, y el intento de imponer un gobierno cívico militar liderado por
Luis Fernando Camacho y Carlos de Mesa.
En estas
horas inciertas, hacemos un llamado hacia la pacificación del país. Numerosos
saqueos y acciones de odio están proliferando por las calles de nuestras
ciudades. Apostamos por la independencia partidaria de los sectores populares,
nos sumamos al sentimiento de indignación ante muertes y dolor innecesarios de
la población en general. Y hacemos un llamado al repliegue popular para
disminuir la escalada violenta promovida por ambos bandos.
Colectivo CASA, Bolivia, Noviembre de 2019
xxx gracias
ResponderEliminarLo mejor que he leido hasta ahora desde un punto de vista neutral y patriotico.
ResponderEliminarSe vio que lo perdíamos desde el 2008, muchos se fueron, a otros nos hicieron callar la boca. Quiero un pais donde pensar, ser critico no sea motivo de represalias.
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