Chasqui.Clandestina, 28 de mayo 2020.
Las autoridades indígenas de Nación Pacajes en el departamento de Potosí, denuncian que personal de la empresa minera Sinchi Wayra, filial de la transnacional Glencore, ha ingresado a la comunidad Ollerías, sin el consentimiento de la misma, poniendo en riesgo de contagios de COVID-19 a la población.
La empresa se ampara en el decreto 4229 emitido por el régimen transitorio, mediante el cual se da paso al reinicio de actividades de explotación minera. Las normas emitidas por el gobierno exigen que para el reinicio de actividades mineras, las empresas deben emitir un comunicado de inicio de operaciones así como un “protocolo de bioseguridad”, solicitando además permiso para el transporte de minerales y metales. Si bien la empresa cumplió estos requisitos, los documentos no fueron consensuados con las comunidades, las cuales presentaron sus observaciones las que no fueron respondidas hasta la actualidad.
Personeros de la empresa este 21 de mayo ingresaron de manera violenta a Ollerías, acompañados de la policía, provocando el temor de comunarios, también por el riesgo que implica para ellos la posibilidad de contagios de COVID-19 por estos hechos.
Sinchi Wayra había sido propiedad de Gonzalo Sánchez de Lozada bajo el nombre de COMSUR, el 2005 fue comprada por la transnacional Glencore, cambiando de razón social el 2006 a Sinchi Wayra S.A., protagonizando varios conflictos con las comunidades afectadas por la contaminación y por el uso de sus fuentes de agua. Glencore ha sido denunciada en Latinoamérica por la contaminación que ha producido con sus empresas subsidiarias, por malos tratos a sus trabajadores y por otros hechos irregulares. El 2007 y 2012 el gobierno boliviano nacionalizó dos de sus inversiones: la empresa metalúrgica de Vinto y Colquiri; y en 2013, se le otorgaron dos contratos renovados que migraban a la figura de asociación entre COMIBOL y Sinchi Wayra Illapa, en los proyectos mineros Bolívar (Oruro) y Porco (Potosí). Las comunidades originarias de Porco protagonizaron marchas y protestas frente a estos contratos realizados entre la empresa y COMIBOL. Ese mismo año, la comunidad Totoral Grande, (Poopó, Oruro), emitió protestas por el uso indiscriminado del agua de las comunidades por la empresa, que había llegado a desecar las fuentes hídricas, a este respecto, los daños ambientales en comunidades como Pazña y Antequera en Oruro producidos por la contaminación minera es ampliamente conocida por las reiteradas denuncias de habitantes de las zonas más afectadas[8].
En un contexto de pandemia, cuidar la salud en Bolivia, también significa poner en primer plano la salud de las comunidades frente a los intereses de empresas que no benefician ni a los pueblos indígenas, naciones originarias, o al pueblo boliviano, sino que extraen mineral produciendo contaminación que afecta a lxs habitantes, cultivos, ganado y tierra como denuncian las autoridades de Nación Pacajes:
“Además queremos denunciar que constantemente la Empresa Minera Sinchi Wayra vulnera nuestros derechos individuales y colectivos: contamina nuestras fuentes de agua, seca nuestros ríos, ejerce persecución y violencia a las autoridades originarias de las comunidades que reclaman por los derechos, actitudes que evidencian el colonialismo mental en que aún se desenvuelve la mencionada empresa.
La denuncia realizada por las comunidades a la Defensoría del Pueblo de Potosí, no había tenido respuesta hasta este lunes 25 de mayo.
https://chaskiclandestina.org/2020/05/28/nacion-originaria-pacajes-en-potosi-denuncia-atropellos-de-empresa-minera-sinchi-wayra/
Las autoridades indígenas de Nación Pacajes en el departamento de Potosí, denuncian que personal de la empresa minera Sinchi Wayra, filial de la transnacional Glencore, ha ingresado a la comunidad Ollerías, sin el consentimiento de la misma, poniendo en riesgo de contagios de COVID-19 a la población.
La empresa se ampara en el decreto 4229 emitido por el régimen transitorio, mediante el cual se da paso al reinicio de actividades de explotación minera. Las normas emitidas por el gobierno exigen que para el reinicio de actividades mineras, las empresas deben emitir un comunicado de inicio de operaciones así como un “protocolo de bioseguridad”, solicitando además permiso para el transporte de minerales y metales. Si bien la empresa cumplió estos requisitos, los documentos no fueron consensuados con las comunidades, las cuales presentaron sus observaciones las que no fueron respondidas hasta la actualidad.
Personeros de la empresa este 21 de mayo ingresaron de manera violenta a Ollerías, acompañados de la policía, provocando el temor de comunarios, también por el riesgo que implica para ellos la posibilidad de contagios de COVID-19 por estos hechos.
Sinchi Wayra había sido propiedad de Gonzalo Sánchez de Lozada bajo el nombre de COMSUR, el 2005 fue comprada por la transnacional Glencore, cambiando de razón social el 2006 a Sinchi Wayra S.A., protagonizando varios conflictos con las comunidades afectadas por la contaminación y por el uso de sus fuentes de agua. Glencore ha sido denunciada en Latinoamérica por la contaminación que ha producido con sus empresas subsidiarias, por malos tratos a sus trabajadores y por otros hechos irregulares. El 2007 y 2012 el gobierno boliviano nacionalizó dos de sus inversiones: la empresa metalúrgica de Vinto y Colquiri; y en 2013, se le otorgaron dos contratos renovados que migraban a la figura de asociación entre COMIBOL y Sinchi Wayra Illapa, en los proyectos mineros Bolívar (Oruro) y Porco (Potosí). Las comunidades originarias de Porco protagonizaron marchas y protestas frente a estos contratos realizados entre la empresa y COMIBOL. Ese mismo año, la comunidad Totoral Grande, (Poopó, Oruro), emitió protestas por el uso indiscriminado del agua de las comunidades por la empresa, que había llegado a desecar las fuentes hídricas, a este respecto, los daños ambientales en comunidades como Pazña y Antequera en Oruro producidos por la contaminación minera es ampliamente conocida por las reiteradas denuncias de habitantes de las zonas más afectadas[8].
En un contexto de pandemia, cuidar la salud en Bolivia, también significa poner en primer plano la salud de las comunidades frente a los intereses de empresas que no benefician ni a los pueblos indígenas, naciones originarias, o al pueblo boliviano, sino que extraen mineral produciendo contaminación que afecta a lxs habitantes, cultivos, ganado y tierra como denuncian las autoridades de Nación Pacajes:
“Además queremos denunciar que constantemente la Empresa Minera Sinchi Wayra vulnera nuestros derechos individuales y colectivos: contamina nuestras fuentes de agua, seca nuestros ríos, ejerce persecución y violencia a las autoridades originarias de las comunidades que reclaman por los derechos, actitudes que evidencian el colonialismo mental en que aún se desenvuelve la mencionada empresa.
La denuncia realizada por las comunidades a la Defensoría del Pueblo de Potosí, no había tenido respuesta hasta este lunes 25 de mayo.
https://chaskiclandestina.org/2020/05/28/nacion-originaria-pacajes-en-potosi-denuncia-atropellos-de-empresa-minera-sinchi-wayra/
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