ABI: Uyuni (Bolivia), 31 oct.- La industrialización del litio
en Bolivia se ha convertido en una esperanza de desarrollo económico para los
pobladores de las provincias aledañas al salar de Uyuni (Potosí).
Ubicado en el suroeste de Bolivia, el salar más grande
del mundo, con reservas probadas de más de 5,4 millones de toneladas de
reservas certificadas de litio, alberga en sus alrededores a comunarios de las
provincias Nor Lípez, Daniel Campos y Quijarro, quienes ven a futuro el
potenciamiento de la región.
Se trata de indígenas quechuas cuya vida, surcada de
necesidades, discurre con la misma
parálisis que se advierte en la inmensa pastilla salina.
El jueves, cientos de personas se mostraron esperanzadas
luego que el presidente Evo Morales anunciará un ambicioso plan de inversiones
para desarrollar la industria
que litio que en 2013 podría redituar a Bolivia
alrededor de 500 millones de dólares año.
El nivel de regalías para la región pone a soñar a sus
pobladores, pobres entre pobres.
Morales recibió de manos del ministro de Minería, Luis
Alberto Echazú las primeras muestras de carbonato de litio, sustancial para la
fabricación de baterías de automóviles movidos a electricidad. También de ordenadores
y teléfonos celulares.
"Con estos experimentos que han hecho los
ingenieros, estamos seguros de que la región va a crecer y nos va a generar
trabajo, ya que la mayoría de la gente sólo se dedica al cultivo de la
quinua", un grano andino de enorme vocación exportadora, muy preciado en
Europa y Japón, expresó Emiliano Mamani, habitante de la comunidad Colchani.
"Esperamos que se cumplan los convenios y la
promesa del Presidente de que sólo los bolivianos vamos a trabajar con el
litio", agregó.
"Don Emiliano", como se le conoce popularmente
aquí, comentó que la región es muy rica,
no solamente en litio, sino que en los alrededores del Salar de Uyuni existen
yacimientos de plata, bronce y otros metales.
Asimismo, Francisco Quisbert, secretario ejecutivo de la
Federación Regional Única de Trabajadores Campesinas del Altiplano Sud
(FRUTCAS), dijo que la lucha de los campesinos por evitar la privatización del
Salar de Uyuni, en los años ’90, está rindiendo frutos, por lo que su
explotación será beneficiosa para la región y el país.
"Estamos muy contentos con el esfuerzo que está
haciendo el Estado. Debemos seguir apoyando este proyecto nacional", dijo.
El mundo tiene los ojos puestos en el litio de Bolivia
después de una frustrada operación similar hace 20 años cuando la trasnacional
Lithco Co. intentó explotar esas reservas.
A la Lithco Co. debió resignar su plan de explotación en
el Salar de Uyuni, por la posición que asumieron las organizaciones sociales en
defensa de los recursos naturales.
La compañía estadounidense quería explotar el litio,
pero sin el compromiso de industrializarlo y sin dejar beneficios para el
desarrollo de Potosí, uno de los departamentos más postergados de Bolivia.
El presidente de la Corporación Minera de Bolivia, Hugo
Miranda, aseguró que el proyecto de carbonato de litio es de mucha importancia,
tanto para el departamento de Potosí, como para muchos países que están
interesados en la industrialización del litio.
"Muchos son los interesados, y muchos más serán los
beneficiados", enfatizó.
Miranda explicó que el avance de la planta piloto está
en un 75% de la construcción civil y en la parte técnica por encima del 55%,
por lo que ya están realizadas las pruebas para entrar de lleno a la
realización a diseño final de la planta industrializadota de litio que se prevé
se verifique el próximo año.
El gobierno prevé concluir la construcción de una planta
industrializadora de litio metálico en el Salar de Uyuni en dos años, para
impulsar un megaproyecto que incluirá la fabricación de baterías y en el largo
plazo de automóviles.
Los pobladores esperan que el sudoeste potosino se
convierta en un polo de desarrollo de la región con la explotación de litio y
potasio en los 12.000 km2 de extensión que tiene el mayor yacimiento del mundo.
Por Ana Fabiola Barriga / ABI
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