Estamos seguros
que los últimos años transcurridos han significado muchos avances en los
diversos temas que son materia de preocupación, pero principalmente de
ocupación de las personas que acompañan y son parte de procesos de articulación
frente a la minería en América Latina.
Sabemos que en
terreno el trabajo es arduo y que las dificultades son mayores aunque no tan
significativas como los logros. Sin duda tenemos
muchas experiencias que compartir. Existen muchos proyectos mineros que
amenazan nuestras comunidades y ecosistemas. Pero también existen cada vez más
proyectos detenidos por acción de las comunidades y sus organizaciones.