lunes, 21 de enero de 2019

EL RÍO TAMBORADA SE CONSUME POR CONTAMINACIÓN E INDIFERENCIA


lunes, 21 de enero de 2019, pagina SIETE

Es el segundo río más importante de la ciudad de Cochabamba, luego del Rocha. Sus aguas atraviesan dos municipios y se usan para consumo y riego.

Parado en la orilla del río Tamborada, en la zona sur  de Cochabamba, Luis Choque señala el lugar preciso donde se bañaba y jugueteaba con sus amigos cuando estas aguas eran cristalinas.
Los días más calurosos estaban destinados a la “exploración” del cauce o a la pesca. Con entusiasmo muestra con las manos el tamaño de los peces que capturaban. “¡Eran de 20 centímetros!”, asegura como tratando de convencerse de una hazaña. Eso pasó hace más de 30 años. Hoy el Tamborada, el segundo más importante de la Llajta, se consume por la contaminación.Luis no puede contener su emoción mientras su memoria trae al presente parte de su infancia y adolescencia, en las aguas del río Tamborada. De ese “paraíso” natural rodeado de abundante vegetación, piedras “gigantescas”, aves de diferentes especies y tamaños no   queda casi nada. Actualmente, ese afluente es considerado un foco de contaminación para los habitantes de la zona sur del municipio de Cercado.
Caminar por sus orillas es casi una proeza. Es involuntario retener por unos instantes la respiración debido a los olores nauseabundos que se percibe. Se siente la podredumbre de las aguas retenidas, la descomposición de cuerpos de perros o gatos. Y por si fuera poco, por su cauce, la poca y escasa agua verdosa  que fluye está contaminada. Da la impresión de que es un depósito de llantas en desuso, de botellas de plástico, escombros y microbasurales.
Hay algunas actividades que aumentan la contaminación del Tamborada. El Matadero Municipal descarga sus líquidos directamente al río. Hay lavaderos de autos que usan las aguas y evacúan sus residuos líquidos al mismo afluente, también algunas industrias avícolas y ganaderas echan sus desperdicios en el cauce.
También se identificó tuberías de desagües  de alcantarillado que expulsan sus residuos directamente al Tamborada.
Luis es vecino del barrio Don Bosco, al sur de Cochabamba, desde hace 34 años. Afirma que de niño, cuando llegaron con su familia a esa zona, las viviendas eran escasas y no contaban con los servicios básicos de agua y alcantarillado. El transporte público era escaso, las vías no estaban asfaltadas, las escuelas o centros de salud más cercanos estaban a casi un kilómetro de distancia. La mayoría de los habitantes se dedicaban a la agricultura o la crianza de aves y de ganado. Ahora, el panorama es totalmente diferente.
“Era un barrio olvidado, pero vaya que vivíamos felices. Estábamos rodeados de la naturaleza. Ya no hay nada de eso.  Todo está lleno de casas. Todas esas personas botan su basura al río”, lamentó Luis.
A medida que la zona se fue urbanizando y el progreso llegó al sur, el río se fue contaminando más.
Hace más de un año, la Alcaldía concluyó un proyecto anhelado por los vecinos,  un muro de contención para el  río, pero su longitud es de apenas un kilómetro aproximadamente. Se asfaltó una avenida de doble vía, se construyó una ciclovía y un parque con aparatos para hacer ejercicios; también hay canchas de fulbito y básquet.  Las obras dieron otra imagen a la zona sur, mejoraron la calidad de sus habitantes, pero no lograron mitigar los niveles de contaminación del Tamborada.
Los letreros de EMSA (Empresa Municipal de Servicios de Aseo) advierten de multas de Bs 500, 1.000 y 1.500  a aquellas personas que sean sorprendidas echando sus residuos, pero no son suficientes para concienciar a los habitantes del sur.

Las trabajadoras del PLANE (Plan Nacional de Empleo) realizan limpiezas esporádicas al río, pero ni eso reduce el nivel de contaminación del afluente.
El río Tamborada desemboca en la represa de la Angostura. Sus aguas pasan por los municipios del Arbieto y Cercado. Tiene una longitud que supera los 30 kilómetros. Su cauce se une, en el barrio de La Mayca, al sur de la ciudad, con el río Rocha.
Los meses de diciembre, enero, febrero y marzo, las compuertas de la Angostura son abiertas con más frecuencia, por lo que el caudal del Tamborada es más abundante y avanza con mayor fuerza inundando varios barrios sureños como el Politécnico, Don Bosco (también conocido como Villa México), Albarrancho, Tamborada B, Mayca, Lacma y otros.
En algunos sectores, los habitantes aún se dedican a la agricultura y la crianza de vacas y ovejas. Se ven en la necesidad de usar las aguas del río para el riego de los alimentos y para la subsistencia  de sus animales. Esas verduras son destinadas al consumo familiar y también son comercializadas en mercados de la zona.
Recursos y planes
La prioridad ambiental de las autoridades de la Gobernación y de la Alcaldía  es el río Rocha antes que el Tamborada, al menos eso aseguran los vecinos que viven a las orillas de ese afluente.
La jefa del Departamento de Prevención y Promoción Ambiental de la Alcaldía de Cochabamba, Gaviota Borda, señaló que  este año, sólo para el Rocha se han  destinado más de Bs 3  millones para mitigar los efectos de la contaminación con proyectos de limpieza manual y mecanizada y guardias mientras que para el Tamborada los recursos superan los Bs 2 millones  para similares planes de mitigación.
Borda atribuye  la contaminación del Tamborada al crecimiento urbano acelerado,  las áreas agrícolas y las conexiones clandestinas de desagües y alcantarillado.
“El Tamborada es  artificial ”
Debido a que las aguas del Tamborada desembocan de la presa Angostura, para el medioambientalista Jaime Ponce, este río es artificial, “hecho por las manos del hombre” con la finalidad de que las aguas de la Laguna Alalay, Coña Coña y Kenamari no inunden la ciudad de Cochabamba. “Hace muchos años se habilitó una canalización desde San Pedro (al este de la ciudad) y de la represa Angostura para que no inunden Cochabamba que antes era una pampa”, afirmó.
Sin embargo, ya desde hace décadas, de acuerdo a Ponce, esa canalización se convirtió en un desagüe, agua de alcantarilla, debido al crecimiento “desmedido” de la población en el sur que deposita  sus desperdicios  en el río. Para Ponce, el Tamborada no tendrá un valor ecológico ni podrá convertirse en refugio de aves ni otras especies, mientras sus aguas no sean tratadas.
El Departamento de Prevención y Promoción Ambiental de la Alcaldía identificó a 83 especies de aves que habitan a lo largo de toda la rivera. Ponce explicó que esas aves son migratorias, que sólo descansan brevemente en la zona para acumular fuerzas y retomar su largo viaje por otros países o continentes. “Si fuera posible identificar alguna especie, ésta debe estar enferma por consumir las  aguas contaminadas”.
Ponce lamentó que el Tamborada siempre será un canal para el tratamiento de las aguas servidas, por lo que la Alcaldía –dijo– debería destinar más recursos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario