Indignadas ante la incapacidad de nuestros estados por responder a las
demandas y comprometerse verdaderamente por una menor generación de gases
invernadero, con las fuentes de agua, con los suelos productivos, con el aire
limpio, con los bosques y con la biodiversidad en general. Constatamos que:
Son las empresas extractivistas las que están acabando
con todo ser, animales, plantas, espíritus y mujeres, mujeres que cuando se
enferman, sus hogares se desploman.
Somos las mujeres las más afectadas por los efectos del
cambio climático, sobre todo de zonas donde los proyectos extractivos y la
minería ya ha despojado los territorios y somos las que menos han sido tomadas
en cuenta en las decisiones.
Las mujeres de América Latina y del Sur Global somos las
que pagamos los efectos del cambio climático.
No habrá justicia climática mientras no haya derecho a la
tierra para las mujeres.
No se puede hablar de justicia climática cuando millones
de mujeres no tienen derecho a agua limpia para ellas y sus familias.
Las falsas soluciones se basan en nuevos proyectos de
muerte como hidroeléctricas o deforestación que inundan nuestros territorios o
los dejan sin agua.
No creemos que las promesas vertidas en la COP26, una vez
más los gobernantes y grandes empresarios nos han decepcionado, confirmando que
es su responsabilidad la catástrofe planetaria y que no hay voluntad política
de disminuir la emisión de gases invernadero, pero sí de acumular mas ganancia
para la industria.
Por todo este contexto, para nosotras la justicia climática feminista es:
- Que los Estados y empresarios pudieran respeten la espiritualidad de los pueblos y su visión: todo lo que es el agua, la tierra, los suelos.
- Que se respeten los tratados internacionales.
- El respeto al territorio cuerpo y tierra donde vivimos.
- Acceso a la tierra y a semillas sin violentar nuestras prácticas ancestrales.
- Volver a la enseñanza de nuestras madres y abuelas, exigir que se respete nuestro conocimiento y que se transmita a nuestros hijos.
- Reducir la brecha de desigualdad de manera transversal, no podemos hablar de justicia de género sin derechos de la madre tierra, derecho a la alimentación, el buen vivir ese es nuestro sueño.
- Espacios donde seamos escuchadas, donde no nos violenten, donde no nos criminalicen por decir la verdad, por alzar la voz, porque si nos callamos somos cómplices de la destrucción
- Respetar los derechos de la naturaleza, las mujeres, los pueblos en la búsqueda del equilibrio y armonía para cuidar la red de la vida, para ello tenemos que luchar contra el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo. Es necesario retomar la mirada y propuestas desde las mujeres y la defensa del territorio cuerpo que contribuya a una visión de comunidad y colectividad en la cual se da y se recibe respeto. Es hacer cambios económicos, políticos, ambientales y sociales.
- Justicia
feminista y justicia climática es que no haya minería.
Amismaxaj (Guatemala)
Movimiento Ambientalista Santabarbarense (Honduras)
Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra – RENAMAT
(Bolivia)
Colectivo Utzché (Guatemala)
Escuelita por la Justicia Climática Feminista
Comité Ambiental de Guapinol (Honduras)
Colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales –
Colectivo CASA (Bolivia)
Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos
Sociales y Ambientales
15 de diciembre del 2021
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