Las compuertas de la represa Tacagua se abren este lunes para nutrir de agua a más 7000 hectáreas de siembra de alfa alfa, cebada y avena que son nutrientes para los ganados ovino y vacunos de más 2.500 familias que se dedican a la producción lechera de la zona.
La actividad es el inicio de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riegos N° 2 Tacagua para la gestión ante la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro para la promulgación de la Ley de Declaratoria de Patrimonio Departamental a represa ubicada en el municipio de Challapata distante a 121 kilómetros al sur de la ciudad de Oruro.
La declaratoria tiene su importancia “por su valor hídrico y símbolo del desarrollo agroproductivo lechero del municipio de Challapata, provincia Abaroa del departamento de Oruro del Estado Plurinacional de Bolivia, al ser la segunda represa más importante de nuestro país, protegiéndose y tutelando el agua, la producción y la alimentación, desde la jurisdicción territorial del Municipio de Challapata”, sostuvieron los dirigentes de Tacagua.
La declaratoria obedece ante cualquier intención de autorizar la explotación minera en los cerros que circundan la represa con capacidad de almacenar 45 millones de metros cúbicos de agua al año.
Tacagua empezó su funcionamiento en el año 1961, en diferentes puntos se puede apreciar los paisajes de colores azul, verde y café del cielo, agua, sembradíos y cerros que circundan la zona.
Challapata es la capital agroganadera del Departamento de Oruro gracias a Tacagua. Es un punto de parada por los buses de transporte interdepartamental donde visitantes nacionales y extranjeros, adquieren los ricos quesos, tostado de haba, el yogurt y la leche para ser saboreados en sus hogares.
concesiones contiguas, las que abarcan aproximadamente una superficie de 78 kilómetros cuadrados. Los pedidos de explotación van desde minerales complejos (plata, plomo, zinc), hasta de antimonio.
A finales de 2019, la empresa minera El Buen Samaritano junto a la Autoridad de Jurisdiccional Administrativa Minera (Ajam) convoca a una consulta previa para septiembre a las comunidades de Acallapu y Tolapajru, que serían directamente afectadas. Los representantes dan a conocer su rechazo a la actividad minera.
A finales de 2019, la empresa minera El Buen Samaritano junto a la Autoridad de Jurisdiccional Administrativa Minera (Ajam) convoca a una consulta previa para septiembre a las comunidades de Acallapu y Tolapajru, que serían directamente afectadas. Los representantes dan a conocer su rechazo a la actividad minera.
LA MINERÍA CONSUME EXCESIVA AGUA
La operación minera demanda grandes cantidades de agua, además que su tratamiento y expulsión, pone en riesgo la pureza de las aguas de la represa de Tacagua, como también las aguas subterráneas.
Frente a la contaminación minera heredad por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), en otras regiones del departamento, además de otros países, los regantes de Challapata se oponen al ingreso de la minería, puesto que puede ocasionar una migración y degradación de suelos, siendo el beneficio económico efímero y el daño ambiental de largo plazo, además de perderse hectáreas aptas para el cultivo.
La declaratoria departamental de Tacagua como patrimonio orureño motiva a los habitantes de Oruro a evitar la contaminación de la zona, que ya se encuentra afectada por los cambios climáticos, en los ciclos de lluvias, y el ingreso de la minería puede ser fatal para su futuro como región agroganadera.
La operación minera demanda grandes cantidades de agua, además que su tratamiento y expulsión, pone en riesgo la pureza de las aguas de la represa de Tacagua, como también las aguas subterráneas.
Frente a la contaminación minera heredad por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), en otras regiones del departamento, además de otros países, los regantes de Challapata se oponen al ingreso de la minería, puesto que puede ocasionar una migración y degradación de suelos, siendo el beneficio económico efímero y el daño ambiental de largo plazo, además de perderse hectáreas aptas para el cultivo.
La declaratoria departamental de Tacagua como patrimonio orureño motiva a los habitantes de Oruro a evitar la contaminación de la zona, que ya se encuentra afectada por los cambios climáticos, en los ciclos de lluvias, y el ingreso de la minería puede ser fatal para su futuro como región agroganadera.
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