La delegación de Bolivia estaba conformada por jóvenes de tierras altas (altiplano) y tierras bajas (oriente) apoyados por nuestras organizaciones, en mi caso la #RENAMAT en el marco de Broederlijk Delen.
Ahí intercambiamos experiencias de resistencia a la contaminación del agua y nuestros territorios, y conocimos las diversas culturas de cada país. El circulo de mujeres y varones podíamos manifestar con libertad y confianza lo que sentíamos y cuidado emocional. En la caminata a la montaña sagrada de la Luna Quinini pudimos palpar el contacto con la madre tierra en el bosque con los árboles, las aves, el ruido, etc.
Yo me traigo las experiencias de los demás países de cómo resisten, defienden, cuidan el agua y sus tierras para poder replicar y compartir a la organización y eso pueda fortalecernos más y no sentirnos solas. En Colombia, por ejemplo, están resistiendo al monocultivo de palta y maíz, luego también están resistiendo a los centros mineros y a la tala de árboles. Por mi parte, les hablé de la contaminación del que atraviesa mí territorio con el rio contaminado que está afectando la producción generando escasez de agua, y también les compartí las alternativas que estamos haciendo a la contaminación y de la resistencia de las hermanas Challapata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario