miércoles, 21 de noviembre de 2018

MUJERES REGANTES DE TACAGUA UN PUNTAL EN LOS 25 AÑOS DE RESISTENCIA AL EXTRACTIVISMO MINERO EN CHALLAPATA




Las mujeres regantes de Tacagua e integrantes de Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra, nos cuentan que Challapata se caracteriza por tener la Represa de Tacagua que aprovisiona de agua para riego a los 1200 usuarios y sus familias organizados por zonas. Challapata, gracias a la represa de Tacagua tiene vocación productiva agrícola, ganadera y lechera, reconocida por leyes nacionales y municipales, con un fundamental aporte a la seguridad y soberanía alimentaria del país.

Sin embargo empresas transnacionales mineras como la Canadiense Castillan Resourse continúan con intentos de explotar oro a cielo abierto del cerro Achachucani, que paradójicamente se encuentra frente a la represa de Tacagua, lo cual atentaría directamente sobre el agua, la producción, los derechos y la vida.

Pero la unidad de los 1200 usuarios de la represa de Tacagua y el rol de las mujeres, ha consolidado estos 25 años de resistencia al extractivismo minero, con movilizaciones expulsaron a tres empresas mineras a lo largo de estos años, mejoraron su sistema de riego, estan promoviendo el turismo y luchando por la aprobación de una ley de aguas que sea para la vida y no para la mina.

 
¿Cuál es el aporte de las Mujeres Regantes en la Resistencia?
Las mujeres regantes de Challapata mantienen viva la resistencia minera en la organización. Ser parte de una Red de Mujeres hace que ellas puedan respaldarse en las experiencias de otras mujeres y sus comunidades que tienen minería, y que sufren por los impactos ambientales en el territorio y en sus cuerpos.

Se capacitan e intercambian experiencias en la escuela de Defendoras Warmi Yaku en alianza con el Colectivo CASA, organizan talleres con videos, imágenes y testimonios de otras hermanas que viven con minería y los impactos mostrando la contaminación del agua, del suelo, el nacimiento de animales con deformaciones, la preocupación y la violencia medioambiental que genera daños en la integridad de las mujeres, en la calidad de vida y en los derechos.  También promueven la valoración del trabajo en el campo de las mujeres, el uso eficiente del agua, la capacitación con intercambios desde experiencias de otras comunidades sobre alternativas productivas, ferias, reuniones con autoridades con propuestas de principios para proteger el agua.


Muchas veces el rol de las mujeres es invisibilizado pero son ellas quienes garantizan la logística en las movilizaciones, desde muy temprano preparan los alimentos, pastorean a sus animales fabrican queso y derivados lacteos. Experimentan sobrecargas de trabajo para poder asistir a las reuniones, talleres, y no dejan de cuidar a sus hijos y familia.
Son quienes con visión futurista defienden el agua, la salud, la producción y su legado territorial, son quienes recuerdan la han expulsado tres veces a las mineras transnacionales  que pretendían engañar ofreciendo trabajos temporales  en Challapata.

También reconocen que muchas veces son los varones quienes lideran la organización pero desde hace algunos años las mujeres están tomando espacios como juezas de agua, presidentas zonales y permanentemente fortaleciendo su liderazgo con capacitación, porque reconocen que deben estar fuertes y activas en la lucha para defender su territorio, sus familias al agua  y defender a la Madre Tierra.
Por todo ello queremos resaltar el valor de las mujeres regantes y defensoras de la Madre Tierra, que son un puntal en estos 25 años de resistencia al extractivismo minero y por muchos más años.

Colectivo CASA, noviembre de 2018

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