domingo, 2 de mayo de 2021

POTOSÍ: LITIO Y PATRIMONIO SON LOS DESAFÍOS DE LOS DOS JHONNYS

 eju! 02/05/2021

El aprovechamiento de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni es el eje de la gestión de cinco años del nuevo gobernador de Potosí, Jhonny Óscar Mamani Gutiérrez, mientras que el nuevo alcalde, Jhonny Llally Huata, tendrá que afrontar la difícil tarea de sacar a la Villa Imperial de la lista de patrimonio en riesgo.

Esos son los principales desafíos de las nuevas autoridades a posesionarse este lunes junto a quienes fueron elegidos como asambleístas, concejalas y concejales en los comicios del 29 de marzo de 2021.

Mamani fue alcalde de Tahua, un municipio de la provincia Daniel Campos que está ubicado en la orilla misma del Salar de Uyuni. Por ello, conoce a fondo el contexto del aprovechamiento del litio que, según reportó el propio presidente Luis Arce, comenzó este año con la venta de 530 toneladas de carbonato a la empresa china Ganfeng Lithium por un valor de 24 millones de Bolivianos.

Por esa venta, Potosí recibirá una regalía del 3 por ciento que el Comité Cívico Potosinista (Comcipo) ya ha rechazado, por considerarla ínfima. Mamani todavía no se ha pronunciado al respecto pero, en una entrevista con El Potosí, dijo que, a la hora de ver los beneficios por la explotación del litio, primero tomará en cuenta el interés regional, por encima del nacional.

Empero, su propósito colisionará con el interés que ya han manifestado otras regiones, como Oruro, cuya Asamblea Legislativa Departamental saliente realizó una sesión en una parte del Salar que ese Departamento considera como suya y autorizó la apertura de un hotel que la Gobernación de Potosí clausuró difícilmente.

Por su parte, el alcalde de la sección capital de Potosí, Jhonny Llally, también tendrá una gestión complicada desde hoy ya que, según señala, ha encontrado serias irregularidades en el uso de los recursos por parte de la autoridad saliente, Luis Alberto López Oporto.

Llally viene del movimiento cívico. Fue presidente de Comcipo y le tocó encabezar la huelga de los 27 días que representó la ruptura definitiva con el entonces gobierno de Evo Morales. Sin embargo, en su trabajo deberá afrontar los problemas de la capital de Departamento que tiene una espada de Damocles colgando de su cabeza: la posibilidad de perder el título de patrimonio de la humanidad.

Potosí fue el primer sitio de Bolivia en ser incluido en la lista del patrimonio mundial de la Unesco, en 1987, y, gracias a esa inclusión, consiguió financiamiento externo para la ejecución de algunas obras, como fue, en su momento, la Escuela Taller Potosí y la rehabilitación de viviendas y templos ubicados en el centro histórico. Empero, en 2014, el Comité del Patrimonio Mundial lo incluyó en la lista de patrimonio en riesgo, que es la antesala a sacarlo del listado de privilegio, debido a los daños que ha sufrido el Cerro Rico por la explotación irracional de algunas cooperativas mineras.

En 2018, una comisión de la Unesco se reunió con las autoridades regionales, informó que las inspecciones realizadas a la fecha dieron por resultado que el deterioro del cerro continuaba y dio un plazo de tres años para asumir medidas destinadas a corregir esa observación. El plazo se cumple este año y no se ha hecho nada para resolver el problema.

Llally, entonces, tendrá que lidiar con ese riesgo y, hasta ahora, no ha informado qué es lo que piensa hacer para afrontarlo. Dice que convocará a las instituciones, para tomar una decisión conjunta, pero, entretanto, habrá que ser si logra controlar la directiva del Concejo Municipal en el que apenas tiene cuatro votos.


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