“La minería trae contaminación, violencia y división en las comunidades”
Las defensoras de la Madre Tierra somos mujeres indígenas, originarias, campesinas, regantes, jóvenes y profesionales, con presencia de actividades mineras en nuestras comunidades y de otras comunidades que ni tenemos minería pero recibimos los impactos a través del agua, de manera constante demandamos a las autoridades departamentales, municipales y nacionales que se cumplan nuestros derechos, ya que estamos viviendo una serie de violencias no solo en el territorio sino en nuestros cuerpos.
Le llamamos
violencia medio ambiental contra las mujeres, ya que al dañar el medio ambiente
se pone en riesgo nuestra vida, impactando en el derecho al agua, a la salud
física y emocional, a la alimentación, al trabajo y el derecho a la vida.
Una muestra
clara de esta violencia es la ocurrida con las hermanas de las comunidades del
Acre Antequera, quienes se encontraban en vigilia pidiendo a la empresa Sinchi
Wayra – Illapa (filial de la transnacional Glencore
y/o empresa canadiense Santa Cruz Silver Mining), la reposición de sus fuentes de agua, ya que por
la explotación minera y el uso que realiza la empresa minera, se han
contaminado y están desapareciendo, constituyéndose una forma de despojo minero
de agua.
Sin embargo,
la empresa
Illapa y trabajadores mineros de la Mina Bolívar han reaccionado de forma
violenta para desbloquear los puntos de vigilia, con actos de amenaza, insultos
y de forma brutal, han incendiado carpas y enseres donde estaban apostados
hombres, mujeres y niños, a fuerza de dinamita, forzando a levantar la vigilia,
se reportan al menos dos mujeres golpeadas (una de ellas con las costillas
rotas) y otros comunarios intimidados. Lamentamos profundamente estos actos de
violencia, así como los actos de intimidación que se repartieron por la ciudad
de Oruro con uso excesivo de cachorros de dinamita incluso en parques con
presencia de niñas y niños como una forma de mostrar su poderío en una actitud
totalmente patriarcal.
Como mujeres organizadas en la Red
Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT) y el Colectivo CASA,
repudiamos de forma contundente estos actos de violencia patriarcal que
demuestran cómo el extractivismo minero llega a nuestros territorios con mecanismos
de despojo y destrucción de los sistemas comunitarios. En ese sentido nos
solidarizamos con las hermanas del Acre Antequera y todas aquellas hermanas que
estamos viviendo situaciones de violencia.
Exigimos al gobierno garantías para
las mujeres defensoras de territorio y que se cumplan la ley 348 de lucha
contra la violencia a las mujeres, así como el Acuerdo de Escazú al que se ha
comprometido el Estado Boliviano, a proteger a las y los defensores ambientales, ya que defender el agua, el territorio, los derechos y protestar,
no es un acto criminal.
¡Alto a la
violencia medioambiental contra las mujeres!!!
Oruro, junio de 2022
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