Es importante resaltar el trabajo
de las mujeres lideresas en esta lucha, especialmente la hermana Noemí Cuizara
como ejemplo de la fuerza femenina y la claridad política en la defensa de la
represa, del territorio y de las alternativas que están trabajando los pueblos,
haciendo realidad que efectivamente se puede vivir sin minería, sobre todo se
puede vivir sin contaminación. Ella junto a decenas de mujeres lideresas de
este Municipio han cumplido un rol protagónico no solamente en el liderazgo
político y la fuerza colectiva, sino que también han sido el sostén cotidiano
de la lucha, día a día ellas están produciendo, vendiendo, cuidando a la
familia, los niños y el ganado para sostener un modo de vida, para defender un
territorio que se define por su biodiversidad y su capacidad productora.
Challapata es un ejemplo vivo y contundente de que las alternativas al extractivismo minero no solamente es una realidad, sino una necesidad de vida para los pueblos, una vez más reconocimos el valor de la represa Tacagua, la misma que sigue alimentando a miles de familias quechuas que viven de esta región biodiversa, al reflejarnos en el territorio reafirmamos nuestra convicción para defender este sector de cualquier intento de contaminación. Reconocemos además de el ejemplo en clave de economía comunitaria el ejemplo de las mujeres en su vocación del cuidado, las mujeres de Challapata son una inspiración para seguir construyendo redes de vida, de cuidado y de producción comunitaria.
Oruro, 20 de julio del 2002
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