Gerardo Honty: “No
hay diferencia con respecto a los anteriores gobiernos neoliberales”
Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático.- Eduardo Gudynas y Gerardo Honty, del Centro Latinoamericano
de Ecología Social (CLAES), de Uruguay, están en Bolivia para participar del foro
público “Críticas al desarrollo contemporáneo y alternativas”. “Hay una
discusión bastante importante en la región acerca del papel del extractivismo
en las economías de casi todos los países de Sudamérica. En vista de los
impactos que este tipo de actividad está teniendo, se está pensado en alternativas
para abandonarlo y pasar a otro tipo de actividad”, dijo Honty, sociólogo
especializado en medio ambiente y cambio climático.
El Foro se realizará este martes 16 de octubre de 19 a 21 en
el Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad
Mayor de San Simón, en Cochabamba. Luego, Gudynas y Honty se presentarán en la
ciudad de La Paz, los próximos jueves y viernes.
En los países de la región existe la ilusión de que se
alcanzará una calidad de vida similar a la de países desarrollados si venden
compulsivamente sus recursos naturales. Gudynas se encargó de deshacer el mito
de que existen las industrias extractivas. “El extractivismo no es ninguna industria,
porque no tiene valor agregado. Piedra picada, molida, mandada al extranjero no
es industria. Un poroto de soya no es industria. Se le dice “industrias extractivas”
para generar el imaginario de que es una industria que fabrica, que genera empleo
y produce valor agregado. Eso no es cierto”, dijo.
Según los investigadores del CLAES, es imposible para los
países de América latina llegar hoy al nivel de desarrollo de, por ejemplo,
algunos integrantes de la Unión Europea. “Lo que muestra la historia de países
desarrollados persiguiendo esas metas, es que resulta bastante difícil -por no
decir imposible- que toda las capas sociales puedan acceder a esos grados de
desarrollo. Si miramos los grandes problemas ambientales globales, el cambio climático,
por nombrar el más notorio, queda bastante en evidencia que la utopía de un
desarrollo del estilo de otros países desarrollados, que alcance a todo el
mundo, es físicamente imposible en los términos de las capacidades planetarias”,
dijo Honty.
“La salida del extractivismo en nuestros países está muy
atada a esta discusión de ¿cuál es el objetivo de desarrollo? Se deben pensar alternativas
al extractivismo, alternativas al propio pensamiento de desarrollo. Algunos
conceptos del Buen Vivir se asocian con estas alternativas sobre desarrollo. El
Buen Vivir entendido como una situación en la que todas las personas puedan
tener acceso a una vida digna, bastante más igualitaria para todos, en una
cierta armonía con la naturaleza que nos asegure la permanencia de los recursos,
de los ecosistemas, de la sanidad del agua, del suelo”, consideró Honty.
Este lunes y martes estuvieron en el Centro de Documentación
e Investigación de Bolivia (CEDIB), en la ciudad de Cochabamba, donde dieron un
taller a integrantes de organizaciones sociales y de la sociedad civil. “Vimos
muchas experiencias de minería en las que ya se ve el notorio deterioro en las
comunidades, los problemas graves de contaminación de agua, de alimentos. Al
final, queda claro que aquella persecución de una mejor calidad de vida termina
siendo un deterioro de la calidad de vida ¡en términos mayores!”, dijo Honty.
“Un poco la parte nuestra aquí es intercambiar ideas,
debatir, buscar alternativas en todos estos temas. Algo similar vamos a hacer en
La Paz en los próximos días”, comentó el sociólogo.
En el caso de Bolivia, Honty evaluó que a pesar de la
implementación de algunas reformas, no terminan por diferenciarse de los
gobiernos neoliberales de años anteriores. “Hay algunas diferencias en muchos
de los gobiernos progresistas de la región con relación a las formas de
extracción previa. Durante los gobiernos neoliberales la presencia del Estado
era menor, las regalías eran menores. Los gobiernos progresistas en algún
sentido han tomado un poco más los destinos de la minería. Han utilizado muchos
beneficios de las regalías para mejorar ciertas condiciones de emergencia de
los sectores más desfavorecidos. O para poder solventar el sistema de bonos, que
hay en Bolivia y en muchos gobiernos progresistas de la región con actividad
minera”, dijo.
“El problema está en la forma en que se hace minería. Los impactos
que tiene la minería y los destinos del producto minero siguen siendo iguales
que en la época anterior. Se toman los recursos mineros para exportarlos como
materia prima, ahora hay una demanda exterior mayor, por lo cual se exacerba el
extractivismo”, dijo Honty.
“Si bien hay diferencias, conceptuales, políticas,
administrativas con respecto al manejo de la minería, desde el punto de vista de
los territorios, de los impactos ambientales en la salud, no hay diferencia con
respecto a los anteriores gobiernos. Hay muchas cosas para corregir, sobre todo
pensar un poco si hay pues también alguna salida, porque se va a terminar el recurso
minero. Es decir ¿qué pasa una vez que ese recurso se agote? ¿A qué nos vamos a
dedicar? Ese tipo de cosas vale la pena pensar y discutir en el contexto de
estos nuevos gobiernos progresistas de la región”, agregó.
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