LA PATRIA: Aproximadamente 60 mujeres líderes de diferentes comunidades se capacitan en el primer módulo de la Escuela de Conflictos, para ser parte de la toma de decisiones en sus poblaciones, y que no solo sean tomadas en cuenta en las movilizaciones.
El primer módulo de la Escuela de Conflictos que es impulsada por Colectivo CASA con el apoyo de Conexión Fondo de Emancipación, inició la última semana de abril con temáticas referidas al extractivismo minero, dependencia, género y los impactos de la minería en las condiciones de vida de las mujeres, en el curso se
El primer módulo de la Escuela de Conflictos que es impulsada por Colectivo CASA con el apoyo de Conexión Fondo de Emancipación, inició la última semana de abril con temáticas referidas al extractivismo minero, dependencia, género y los impactos de la minería en las condiciones de vida de las mujeres, en el curso se
aplican metodologías y técnicas de educación popular.
El segundo módulo se desarrollará en junio en la ciudad de Cochabamba.
A momento de iniciar el curso, el Jiliri Apu Mallku del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq), Félix Becerra señaló que estos cursos no solo son talleres, sino más bien es un proceso de formación permanente que se debe aprovechar porque se podrán obtener conocimientos técnicos y legales para defender a la Madre Tierra, el territorio, los recursos naturales y sobre todo el agua que es vida.
"Hay mucho interés de las participantes ya que actualmente sus comunidades sufren los impactos sociales y ambientales de la minería, es un proceso del que forman parte representantes de comunidades de los departamentos de Oruro, Potosí, La Paz y Cochabamba, pero a la vez participan comunidades y organizaciones que no tienen ni quieren actividad minera en su comunidad" manifestó.
Por su parte la coordinadora de la escuela que es parte de Colectivo CASA, Ángela Cuenca mencionó que estos cursos tienen la finalidad de que las mujeres se capaciten y ejerzan un rol político activo en los conflictos de sus comunidades con justicia de género, es decir que sean tomadas en cuenta no solo en las movilizaciones sino también en las decisiones que se asuman en las poblaciones.
Aseveró que es necesario que se tomen en cuenta los derechos y necesidades de las mujeres porque son ellas quienes enfrentan los impactos directos de la minería junto a sus familias.
GUARDERÍA
En su afán de garantizar la atención y participación de las mujeres, se incorporó una guardería con personal capacitado, donde alrededor de 15 niños juegan y aprenden mientras sus mamás participan activamente en la Escuela de Conflictos.
El segundo módulo se desarrollará en junio en la ciudad de Cochabamba.
A momento de iniciar el curso, el Jiliri Apu Mallku del Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq), Félix Becerra señaló que estos cursos no solo son talleres, sino más bien es un proceso de formación permanente que se debe aprovechar porque se podrán obtener conocimientos técnicos y legales para defender a la Madre Tierra, el territorio, los recursos naturales y sobre todo el agua que es vida.
"Hay mucho interés de las participantes ya que actualmente sus comunidades sufren los impactos sociales y ambientales de la minería, es un proceso del que forman parte representantes de comunidades de los departamentos de Oruro, Potosí, La Paz y Cochabamba, pero a la vez participan comunidades y organizaciones que no tienen ni quieren actividad minera en su comunidad" manifestó.
Por su parte la coordinadora de la escuela que es parte de Colectivo CASA, Ángela Cuenca mencionó que estos cursos tienen la finalidad de que las mujeres se capaciten y ejerzan un rol político activo en los conflictos de sus comunidades con justicia de género, es decir que sean tomadas en cuenta no solo en las movilizaciones sino también en las decisiones que se asuman en las poblaciones.
Aseveró que es necesario que se tomen en cuenta los derechos y necesidades de las mujeres porque son ellas quienes enfrentan los impactos directos de la minería junto a sus familias.
GUARDERÍA
En su afán de garantizar la atención y participación de las mujeres, se incorporó una guardería con personal capacitado, donde alrededor de 15 niños juegan y aprenden mientras sus mamás participan activamente en la Escuela de Conflictos.
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