jueves, 4 de julio de 2013

SINCHI WAYRA REPONDRÁ LAS RESERVAS EN BOLÍVAR Y PORCO

PÁGINA SIETE: La empresa minera Sinchi Wayra está dispuesta a reponer las reservas que explote en las minas Bolívar y Porco con paralelas tareas de exploración.
La cláusula sexta del contrato de asociación entre Comibol y Sinchi Wayra establece que la empresa privada debe reponer las reservas de concentrados de plata, zinc y plomo en las minas de Bolívar, en Oruro, y de Porco, en Potosí, con tareas de exploración.
El presidente de la compañía Sinchi Wayra, Eduardo Capriles, destacó la importancia del contrato, el primero de asociación firmado entre una empresa privada
 y el Estado. Dijo que la iniciativa está respaldado en una norma que garantiza seguridad jurídica a largo plazo para la inversión. Además, el convenio responde a los mandatos de la Constitución Política del Estado.
“Es beneficioso porque nos da seguridad jurídica y tranquilidad para realizar inversiones a largo plazo, pone claras las reglas de juego para ambas partes y eso ayuda a que se prosiga con las inversiones”, precisó.
El vicepresidente Álvaro García Linera promulgó el martes 2, en el municipio de Antequera, en Oruro, la Ley 386 del contrato correspondiente. La asociación entre la empresa y Comibol para hacer esta explotación se denominará Illapa.
“La Sociedad Minera Illapa SA se compromete a reponer las reservas existentes en las minas Bolívar y Porco en un volumen mínimamente igual a las reservas señaladas en los cuadros de la cláusula octava de este contrato”, señala la cláusula sexta.
Según el balance de reservas cuantificadas por Comibol a marzo de 2012, la mina Bolívar tiene una riqueza mineralógica probada de 151.928 toneladas métricas brutas (TMB) y una probable de 369.281 TMB.
En Porco, las reservas probadas de zinc, plata, plomo y otros minerales llegan a 92.420 TMB y las probables a 498.828 TMB.
El contrato tendrá una duración de 15 años, que puede ser prorrogada por similar periodo, previa aceptación de Comibol, y en sujeción a la normativa vigente.
Para reponer las reservas existentes en ambos yacimientos, Sinchi Wayra “se compromete a realizar un programa de inversiones en exploración” que en los siguientes cinco años alcanzará a 104 millones de dólares (ver infografía).
Además, a partir del sexto año, con el mismo propósito, la mencionada ley complementa que “el directorio (de Bolívar y Porco) deberá prever que en los presupuestos del contrato de asociación de las minas Bolívar y Porco que apruebe anualmente, se destinen los recursos para la exploración en los siguientes montos mínimos anuales: mina Bolívar, 5,85 bolivianos por tonelada tratada el año inmediatamente anterior, y el desarrollo primario y secundario de 260 metros por mes”.
Porco destinará para tareas de exploración 5,99 bolivianos por tonelada tratada el año inmediatamente anterior y el desarrollo primario y secundario de 392 metros por mes.
La Ley 386 contiene un artículo único y 37 cláusulas, entre las cuales se destaca una que expresa que el Estado, mediante la estatal minera, recibirá un ingreso del 55% sobre la utilidad neta que se obtendrá por la explotación de concentrados de zinc, plata y plomo, en tanto que a la empresa privada le corresponderá el 45% restante.
García Linera dijo que antes de esa nueva asociación, el Estado sólo tenía el 25% de las utilidades por la explotación de Porco. En el caso de la mina Bolívar, regía un convenio de riesgo compartido o joint venture, con una ganancia del 50% tanto para la empresa como para el Estado.
La empresa sufrió la reversión de Vinto y Colquiri.

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