viernes, 15 de marzo de 2013

LOS URUS LLEGAN A LA PAZ Y SE QUEDARÁN HASTA TENER SU LEY

PAGINA SIETE: En medio de un caluroso aunque algo tímido recibimiento por parte de la población paceña, la primera marcha de los urus del lago Poopó llegó ayer a la plaza San Francisco, a las 14:30, trayendo consigo un anteproyecto de ley que proteja sus tierras de avasallamientos.
Dirigentes de los indígenas se reunieron ayer con representantes de los órganos Ejecutivo y Legislativo. En el encuentro, realizado en la Cámara Baja, los originarios entregaron a la presidenta de Diputados, Betty Tejada (MAS), el proyecto de ley destinado a reconocer sus derechos y sus tierras.
La legisladora informó a los medios que desde hoy se analizará el proyecto normativo.
Los originarios no se irán de La Paz hasta que consigan su cometido. Antes del encuentro, cuando la marcha atravesaba el límite entre El Alto y La Paz, los ojos de los cerca de 20 niños que forman parte de la marcha se iluminaban al darle un primer vistazo a la hoyada, mientras bromeaban con los policías que los custodiaban.
“¿Te quieres subir a la moto?, te llevo si quieres”, decía un policía que explicaba a los niños sobre las zonas de la ciudad.
Los pequeños, que desde El Alto encabezaban la marcha con entusiasmo y paso firme, olvidaban por un instante las ampollas en sus pies y el cansancio acumulado por nueve días de caminata junto a sus padres y hermanos.
Debido a la fatiga de los más pequeños, los dirigentes de la marcha decidieron que los niños subieran a los autos policiales que escoltaban al grupo dentro de la ciudad. Algunos se negaron y continuaron con la caminata.
“Yo quiero ver todo, no quiero estar en el auto”, decía Juan, de ocho años, que ondeaba su bandera tricolor con entusiasmo, como ignorando el cansancio.
Después de 20 minutos de caminata, en la zona de La Portada, toda la marcha se apostó al lado del camino para tomar un descanso antes del tramo final, mientras tanto un vehículo del Ministerio de Agua y Medio Ambiente repartió botellas con agua, pan y fruta para los marchistas.
Tierra, salud y respeto
El pliego de los urus tiene siete puntos. Ellos denunciaron un avasallamiento a sus tierras en inmediaciones del lago Poopó por parte de comunarios aymaras de provincias cercanas. Por eso es que su principal pedido es una norma que les garantice su territorio y preserve el medio ambiente.
“Nuestro pliego petitorio refleja el sentimiento de nuestra gente”, señala Lourdes Mamani, mientras atraviesa a paso ligero la avenida Bautista con rumbo a la plaza Garita de Lima, donde la gente aplaude y regala llauch’as calientes a los niños y duraznos a los adultos.
Ellos también esperan reunirse con el presidente Evo Morales.
“Esta marcha no es sólo por la defensa de nuestro territorio y nuestro sustento, esta marcha es en defensa de nuestra forma de vida ancestral”, dice Mamani.
De acuerdo con Segundino Álvarez, dirigente de la marcha, las comunidades urus se encuentran abandonadas por el Gobierno, que no ha atendido sus necesidades más básicas.
“Dentro de nuestras comunidades contamos con agua y luz, pero no tenemos postas sanitarias, tenemos que viajar cerca de seis kilómetros para ir a la más cercana”.
Además, el dirigente dijo que falta equipamiento educativo.
“Hemos logrado que nuestros niños puedan educarse hasta terminar la secundaria, pero ha sido a base de una larga lucha con las autoridades”, señala el dirigente.
“Basta de humillaciones; kausachun urus del lago Poopó (viva urus del lago Poopó)”, gritaban los marchistas mientras se adentraban por la calle Murillo, a pocas cuadras de su destino final, la plaza San Francisco.
Los originarios decidieron instalar una vigilia en ese lugar hasta que su pedido sea atendido. La mayoría fue a la Universidad Mayor de San Andrés.

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